domingo, 10 de octubre de 2010

Sencillez

Un campesino muy inculto, de edad avanzada, llegó a las puertas de un monasterio, cuando le abrierón, dijo:--Amigos monjes, soy un hombre con mucha fe. Quiero recibir enseñanzas
Los monjes hablaron entre sí. y al comprobar la incultura del recién llegado, pensaron que no estaba capacitado para recibir enseñanzas, pero como parecía un hombre de fe le dieron una oportunidad:
--Mira buen hombre, te vas a ser cargo de barrer todos lo días el monasterio. Puedes quedarte aquí y tendrás sustento y alojamiento.
Meses después, los monjes comenzaron que cada día el campesino se encontraba más tranquilo. Reflejaba verdadero sosiego, tanto así que, que extrañados, le preguntaron:
--Buen hombe, parece que estos meses has sufrido una evolución espiritual. ¿Estás practicando algún método especial?
Y el hombre contesto:
--Hemanos, lo único que hago con mucha lucidez y amor, es barrer, el monasterio. También, al barrer, pienso que estoy barriendo de mí lo rencores, los engaños, la codicia y el odio.Ycada día, soy más feliz.
Anónimo.

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